Ovarios humanos logran desarrollarse en ratones

El tejido de ovarios humanos congelados —una línea potencial para cientos de mujeres infértiles— pudo ser deshielado y reactivado en ratones, informaron científicos australianos.

De acuerdo con la agencia BBC, con este hallazgo es posible crear una nueva técnica de ovarios humanos congelados que puedan ser fertilizados en las mujeres que sufren de esterilidad.

Las mujeres que han tenido que quitarse los ovarios por quimioterapias o por cáncer, frecuentemente pierden su fertilidad y sufren de menopausia temprana, por lo que el hallazgo puede ser de mucha utilidad para que recuperen su capacidad de tener hijos.

En contraste con los hombres —quienes cuando ven su fertilidad amenazada pueden elegir congelar su semen para uso posterior—, la preservación, y reactivación del tejido de los ovarios es mucho más problemática.

Pero el grupo de científicos de Melbourne, Australia, demostró recientemente que el tejido humano de ovarios, una vez descongelados, pueden crecer en forma normal. El tejido se implantó en ratones, y en folículos inmaduros que supuestamente liberarán a los ovarios para la fertilización, los cuales comienzan a desarrollarse en forma similar a los tejidos de ovarios convencionales.

Debra Gook, quien conduce la investigación en el Hospital Real de la Mujer de esa ciudad, dijo que "nuestro estudio es el primero que confirma el crecimiento normal y el desarrollo de folículos humanos... el alto porcentaje de preservación de los folículos sugiere que esta técnica tiene un alto potencial para aplicaciones clínicas".

Asimismo, la pesquisa australiana demostró que los folículos de los ovarios de los ratones pueden ser congelados y después desarrollados en condiciones de laboratorio. Algunos doctores han implantado previamente tejidos de ovario congelados a una mujer estadunidense de nombre Margaret Lloyd-Hart, pero el procedimiento no tuvo éxito porque los folículos del tejido del ovario no se desarrollaron completamente.

Sin embargo, hoy en día los especialistas confían en que en poco tiempo podrá ser realidad este tipo de tratamiento dados los nuevos hallazgos de los australianos.